martes, 16 de febrero de 2010

Jesús maestro, Jesús alumno

No me gusta pensar, no tengo ese disciplina tan escasa en estos tiempos que corren. Pero de vez en cuando me equivoco y algún pensamiento causa estragos en mi cabeza. Y hoy es ese de vez en cuando. Por eso, mientras intento arrancar con la boca un pellejito que se coló en mi dedo pulgar, me pregunto:
“Por qué la biblia no habla de Jesús en su época escolar? Por qué jamás de los jamases ningún Papa dijo cómo era del Señor Jesucristo en séptimo grado? Por qué ningún cura comentó sobre el promedio del Mesías Nuestro Salvador en la secundaria?”
Se vé que los periodistas investigan sólo lo que trae rating, si Yabrán está disfrutando su dinero en el Bolsón o en alguna Isla del Pacífico Sur, si Cristian Castro es o no hijo de Verónica Castro y de Miguel Angel Brindisi o si el cenicero que Susana le tiró a Huberto era de marfil traído de Ghana, de madera tallado a mano por los indios tehuelches o de cerámica hecho por los chicos de Bricokids.
Ustedes investiguen eso que yo sigo con lo mío, con la verdadera historia de Jesús en el ciclo lectivo.
Y así fue, del Jardín de Infantes “La Manzanita de Eva” no pude rescatar nada ya que los niños a esa edad no hablaban, pero del colegio “Nuestra Señora de Cafarnaúm” sí, por eso es que ordené delicadamente algunos comentarios de sus ex compañeros de clase y se los dejo acá para que le echen un vistazo:


“No me olvido más, en segundo año, estábamos en matemáticas y Jesús en vez de poner que Pi era igual a 3 puso que era igual a 3,14 y no se cuántos numeritos más. A los dos días, misteriosamente, en todas las enciclopedias decía que Pi era igual a 3,14 y no se cuántos numeritos más”.
Jeremías, camada 15 d.c.

“Nunca faltó al colegio, cuando no tenía ganas de ir simplemente inventaba un feriado”.
Beltrán, camada 17 d.c.

“Las olimpíadas de natación del colegio eran un embole, siempre ganaba él. Todos nadábamos, el corría sobre las aguas”.
Josué, camada 15 d.c.

“Los almuerzos al mediodía eran únicos, con un pan y medio kilo de carne picada hacía Big Macs para todos. Y cuando digo para todos digo para primaria y secundaria, incluídos profesores, preceptores y Mateo, el de la fotocopiadora”.
Elías, camada 16 d.c.

“Cómo olvidar el día que Lautaro se mandó flor de macana en plena hora de clase y el profesor, que trinaba de la bronca, lo sacó del salón al grito de: mijito, usted está fuera de esta institución, vaya a dirección que lo están esperando sus 25 amonestaciones. Jesús, al escuchar ésto, se levantó del pupitre y dijo: El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Todos enmudecieron, hasta que apareció desde la ventana un piedrazo que dió de lleno en plena la frente de Lautaro dejándolo totalmente inconsciente y bañado en sangre. Ahí fue que todos nos asomamos hacia afuera buscando al culpable, y vimos partir orgullosa a la Virgen María mientras apretaba su puño con fuerza, como festejando algo”.
León, camada 14 d.c.

“Recuerdo el día que hizo salir Coca Cola de los bedederos, hasta se dió el lujo de hacer algunos con Coca regular y otros con Coca light”.
Eliseo, camada 12 d.c.

“Los recreos duraban lo que él quería que duren, y los partidos de fútbol en el recreo también. Una vez nos quedamos jugando 17 horas 46 minutos hasta que el equipo de Jesús por fin logró empatarnos, sobre la hora claro está”.
Zacarías, camada 16 d.c.

“Jesús? Qué buenos recuerdos! Me senté durante mucho tiempo en el banco justo al lado de él, podés creer que jamás me pidió una hoja? Jamás me pidió un cartucho para su Parker? Ah, y otra cosa más, nunca pero nunca tuvo borratinta, se equivocaba? Sólo Dios lo sabe”.
Calixto, camada 10 d.c.

“Para mi gusto era medio cancherito, cuando rezábamos al empezar el día, cada vez que lo nombraban en las oraciones, levantaba los brazos. Igual lo de cancherito es sólo una opinión mía, entiendo que otros no piensen lo mismo”.
Ceferino, camada 17 d.c.

“Quién? Jesús? Yo no ví nada, yo no sé nada, yo no tengo nada que ver con ese individuo, no lo conozco”.
Poncio Pilatos, 8 d.c.

"Te cuento una, jueves a la tarde, calor de morirse y subimos con Jesús a una de las barcas que partiría hacia una fiesta de egresados en la ciudad vecina. De repente se levantó una gran tempestad que hizo que las olas inundaran la barca. Él estaba en la popa durmiendo; entonces lo despiertan y le dicen: Maestro, no te importa que perezcamos? Y levantándose, increpó al viento y enmudeció al mar. Así fue que el viento se calmó. Luego se dirigió a la tripulación y se manifestó ante ellos: Por qué tenéis miedo? Todavía no tenéis fe?, a lo que temerosos se decían unos a otros: Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen? Y fue Tadeo quien respondió: Quién es éste??? En serio lo preguntás??? Es Jesús, el que nos consigue entrar a todos lados sin garpar y, como si fuera poco, chupando de arriba".
Salomón, 17 d.c.

“Una vez en primer grado nos cagamos a trompadas, la cosa es que estábamos aprendiendo a escribir y cuando él puso en el pizarrón mi mamá me ama yo abajo escribí tu mamá nos ama a todos. Y se enojó, muy celoso de la Virgen él, jamás se bancó que sea tan buena con el resto, eso es bien de hijo único”.
David, camada 9 d.c.

“Lo que me viene a la cabeza en este momento son sus apodos. Algunos le decían El Camino, otros La Verdad y otros La Vida. Después estaban los más básicos que lo llamaban Jesusito, Barba, Señor, Eldearriba…”
Benedicto, camada 7 d.c.

Cuando le preguntamos a Isaías sobre Jesús sólo dijo “amén”.

“Tengo una anécdota maravillosa, en las fotos del curso estamos todos paraditos juntos y ordenadamente y él, unos centímetros más arriba, como suspendido en al aire, perdón, suspendido en el aire, sin el como”.
Cirilo, camada 8 d.c.

“Yo no me olvido más el viaje de egresados a Matusalén, qué borrachera por Dios, no nos podíamos levantar. Todos resucitamos a la mañana siguiente, el recién al tercer día, así que se perdió casi todo el viaje, una verdadera lástima”.
Godofredo, camada 17 d.c.

“Recuerdo como si fuera hoy cuando curó a Jeremías, veía como el orto: 9 de astigmatismo de un lado, 8.2 del otro. A partir de ese momento, nunca más unos anteojos, menos unos lentes, sólo gotitas después de cruzar el desierto los días en el que el viento levantaba mucha arena. Gracias a Jesús hoy Jeremías es el tipo con los ojos más brillantes de todo Galilea”.
Oséas, 10 d.c.

“Prefiero no hablar del tema, tengo miedo que a mi familia le pase algo”.
Isaac, camada 12 d.c.

“Una vez dice Jesús: Vamos otra vez a Judea. Al escuchar eso todos conmovidos dijeron: Jesús, hace poco te buscaban los judíos para lapidarte, y vas a volver allí?. Él respondió: Acaso no son los mejores after allá? Si alguien camina de día no tropieza porque vé la luz de este mundo; pero si alguien camina de noche tropieza porque no tiene luz o porque está borracho, por eso todos a festejar a los after de Judea. Dicho esto, añadió: Lázaro, nuestro amigo, está dormido, pero voy a despertarle, no se lo puede perder, es un gran baluarte en este tipo de eventos. Y así fue, Lázaro resucitó, y salió de parranda con Jesús y sus discípulos”.
Sixto, 16 d.c.


Y después de un arduo, laborioso y complicado trabajo terminé mi investigación. No soy el gran Tom Hanks del Código Da Vinci que descubrió en sólo dos horas de película que Cristo y María Magdalena representaban la dualidad masculine y no se cuántas cosas más. No, yo no descubrí nada de eso, yo soy de hacerme otro tipo de preguntas, como por ejemplo por qué en las películas de miedo siempre aparece una puerta cerrada de la que sale mucha luz por las rendijas? Sacan fotocopias los espíritus atrás de esa puerta? O por qué cuando se nos rompe un aparato eléctrico no se nos ocurre mejor idea que apretar con más fuerza el botón de encendido? Ah, pará pará, tengo otra, por qué cuando nos enfadamos nos cruzamos de brazos? Bueno, así de estúpidas son mis preguntas, por eso a la única conclusión que llegué después de indagar a gente como Isaac, Zacarías, Ceferino, Salomón, Sixto, Oséas, Godofredo, Jeremías, Josué y Beltrán, es por qué la gente de aquella época no tenía apellido?